P O R Aarón Andrade Ramírez

Taller de muñecas hiperrealistas

Se comenzaron a realizar en la segunda guerra mundial en Alemania ya que era complicado salir o desplazarse y buscar regalos para los niños y las niñas; así las personas empezaron a pintar y modernizar sus muñecas usadas, dándoles un toque hiperrealista.

La Lic. Fabiola Bejarano Hernández es abogada de profesión y se ha mantenido activa trabajando en diferentes dependencias, pero desde niña ha sido una apasionada coleccionista de muñecas. “Me encantan las muñecas y en todos mis cumpleaños y navidades pedía que me regalaran una diferente; cuando descubrí el arte del hiperrealismo también me percaté que las muñecas eran muy costosas y por esa razón nació en mí el deseo de aprender; quería tener una y cuando menos pensé ya tenía un proyecto de arte en mis manos al que denominé Atelier”.

El trabajo se realiza con una técnica que se llama pintura de génesis y pinturas al aire que se aplica sobre vinilos suaves, moldes en tercera dimensión al que se le van poniendo diferentes capas de pintura para poder lograr el efecto que lo hace parecer un bebé vivo.

Existen diferentes tallas en los moldes, desde prematuros, recién nacidos, hasta la muñeca stoller, que son como infantes de dos a cinco años. También se pueden encontrar con diferentes rasgos de nariz, ojos, boca o cabello, y se buscan dependiendo de lo que el cliente de- sea o de lo que el artista quiere lograr.

“En mi casa tengo un espacio que adecue como mi taller, ha sido complicado emprender por que los materiales son costosos y se tienen que pagar envíos, ya que los materiales son difíciles de conseguir en México, aunque existen distribuidores, la mayoría son materias primas exportadas de Estados Unidos, Canadá y Europa”.

Los bebés Reborn se utilizan también como una terapia tanto para mujeres que no han podido tener hijos como para madres que han perdido a sus bebés, son funcionales para personas adultas mayores que sufren enfermedades como psicosis o alzheimer y les ayudan a contener emociones; también son utilizados en películas para simular bebés reales, pero la mayoría son compradas por jóvenes o adultas que tienen el gusto por el arte y el coleccionismo de muñecas.