POR Aarón Andrade Ramírez

La importancia del impulso a los buenos proyectos para el desarrollo de nuevos talentos

Los jóvenes del bachillerato número 33 de la Universidad de Colima se organizaron para construir autos de inercia, 24 equipos que concentraron a los 587 estudiantes que pusieron en marcha su creatividad en el diseño de un vehículo para un proyecto transversal.

El profesor Eduardo Ursúa Magaña comentó que este tipo de ideas se realizan con la finalidad de que los muchachos logren desarrollar destrezas y adquirir herramientas de conocimiento en función de todas las materias que cursan en el semestre. “La característica principal era que el vehículo no tuviera propulsión de motor, ni pedales, generando su aceleración a través de un primer impulso y la inclinación de una pendiente”.

Como base de la convocatoria se tenían que utilizar materiales de reciclaje, algunos incorporaron partes de autos, motos, bicicletas, carretillas y otros simplemente utilizaron tubos que recogieron en los desechos de chatarra y que adaptaron, soldaron, pulieron y hasta decoraron.

“Una de las principales características es que en los trabajos de riesgo como soldar o utilizar herramientas de corte industrial que los jóvenes no conocen se acercaran a profesionales o personas de su familia y así adquirir asesoría, pretendiendo que estuvieran en contacto con otros oficios que les permitieran dimensionar el esfuerzo de las personas al realizar este tipo de labores.” señaló el profesor Eduardo Ursúa.

No existía un límite en el costo, pero la intención de que utilizaran materiales de reciclaje es que el precio final del coche no rebasara los $2,50000 pesos y en el mejor de los casos que se invirtiera lo mínimo necesario en dinero.

“El objetivo principal del proyecto transversal es el aprendizaje del trabajo en equipo, generar inquietudes, que se dieran cuenta de las diferentes ideas y criterios que se toman en cuenta en una empresa o en un grupo al desempeñar un trabajo.” Mencionó el maestro Manuel Hernández Torres, director del bachillerato.

Es importante decir que el rendimiento del vehículo en cuanto a velocidad no era un determinante para la evaluación del proyecto final, sino la fortaleza de la estructura, el tipo de suspensión y elementos que tienen que ver más con el buen desempeño de los estudiantes.

Gabriel Cortés Romo en su experiencia como alumno nos dijo que al inicio nadie tenía idea de lo que implicaba desarrollar el proyecto, lo que se convirtió en todo un reto, logrando al final un buen resultado. “Lejos del conocimiento que adquirimos en la parte de mecánica y física, se desarrollaron liderazgos y aprendimos cómo colaborar con otras personas a pesar de tener ideas diferentes”.