Desde hace más de cinco años imparte talleres de pintura rompiendo paradigmas.

 Por: Fátima Garay

«Cualquier persona, no importa la edad, puede pintar y crear arte». Esta es la frase que siempre ha caracterizado a Alejandra Romo Gil, una mujer creativa, valiente y llena de sueños que cada día plasma su realidad en un lienzo.

Su amor por la pintura comenzó desde muy pequeña, recuerda que el pintar la hacía sentir diferente al resto. Años más tarde llevó su amor por el arte a su carrera, fue por eso decidió cursar la licenciatura en diseño gráfico.

Con la llegada de sus hijos la pintura quedó detenida, sin embargo sus ansias por regresar a ese mundo fueron más grandes y años después la retomó y hasta el momento no ha parado.

Hace siete años decidió dar clases en el centro cultural Horacio Cervantes, ubicado en la calle  Ing. Horacio Cervantes Ochoa 122, al norte de la ciudad de Colima. Aquí trabaja con personas de todas las edades y gustos.

«Luego de leer varios estudios, me di cuenta de que cualquier persona puede pintar si se trabajan las técnicas correctas».

Asegura que cuando se crea arte, se trabaja el hemisferio cerebral derecho, lugar al que se le atribuyen las habilidades espaciales y visuales, creatividad, emociones, capacidad de síntesis y el talento artístico. Alejandra afirma que a partir de la tercera clase, tu cerebro empieza a trabajar esta parte para que adquieras los conocimientos y así, hagas arte.

Y aunque no considera que tenga un estilo definido, señala que su pintura cuenta con un background.

«Pintamos lo que nosotros somos. Yo trato de que mi pintura diga algo».

Las pinturas más representativas de su carrera artística han sido “Árbol de vida”, “Ríos de vida” y “Mirada Interior”, los dos primeros basándose en un salmo de la Biblia.

En cuanto a los talleres que realiza, Alejandra confirma que la mayoría de sus alumnos son mujeres que alcanzan los 80 años de edad y que el 80 por ciento de ellas nunca había pintado un cuadro hasta que llegaron con ella.

«Trabajo mucho para romper esos paradigmas y estereotipos que traen consigo mis alumnos y alumnas a las clases y que lo reflejan todos los días. La pintura te enfrenta con tus propios paradigmas y para poder cambiarlos, debes de luchar contra ellos».

Afirma que como personas, es muy importante enfrentarse a los prejuicios que se han cargado durante toda una vida. Asegura que el arte lo puede todo y se encuentra en todos lados.

«Muchos aprendizajes no se logran porque no hay una conexión con ellos, pero debemos saber que el arte lo encontramos en cualquier parte, sólo es cuestión de observar detenidamente».

Debido a la pandemia, Alejandra tuvo que modernizarse y dar clases virtualmente. Señala que los grupos con los que trabaja han ido creciendo y a lo largo de los meses se han sumado más participantes de distintas partes del mundo como Perú, Cancún o Ciudad de México.

«Estoy por formar un nuevo grupo para principiantes en acuarela y estoy muy entusiasmada porque la pandemia ha roto barreras entre países y entre otros estados y nos ha acercado mucho más».

En este año 2021 pretende crear una nueva exposición en el centro cultural que labora mostrando las obras artísticas de sus alumnos y alumnas, eso sí, nunca dejando de lado la pintura. 

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