Carina González disfruta de crear figuras de barro combinando los cuatro elementos

Carina González Corona es oriunda de la Ciudad de México, llegó a Colima hace más de veinte años para enamorarse de Comala que la adoptó desde entonces, fue aquí en donde descubrió la alfarería, oficio que le dio un giro muy importante a su vida. Comparte en entrevista que “al utilizar la tierra, el agua, el fuego y el aire encuentro un equilibro, una comunicación con la naturaleza, los cuatro elementos complementan mi personalidad.” Aprendió a elaborar piezas de barro de principio a fin, gracias a un curso de verano que tomó en la Universidad de Colima, teniendo como guía al maestro Guillermo Ríos, tiempo después desarrolló su talento como alfarera con el maestro Pablo Quezada en un taller de Nogueras.

Trabaja con el barro del pueblo mágico de Comala, en esta región de occidente la cerámica prehispánica es de colores rojos y anaranjados, pulida con bruñido y con un estilo muy orgánico. Utiliza la pasta cerámica, el barro de Paticajo, y el barro de Oaxaca, la combinación de materiales y el contraste que logra le permite tener variedad de color y textura en sus artesanías. Con sus manos crea piezas de todo tipo: macetas, ensaladeras, platones, piezas decorativas y utilitarias, con una intención muy particular que la ha hecho resaltar en la alfarería, utilizando las técnicas prehispánicas pero con diseños modernos
y contemporáneos.

Sello personal

Con el tiempo surgió la figura de la gallina, un animal representativo de la región que se ha convertido en un distintivo de la alfarera, una artesanía que llama la atención por su belleza y peculiar estilo, iniciando su estructura con una figura esférica, para continuar el proceso de transformación con la cabeza y la cola, estas gallinas se han convertido en alhajeros, teteras, mantequilleras y saleros, que las vuelven utilitarias y decorativas. “Lo que yo quiero es que la artesanía se convierta en un tesoro para las personas que lo adquieren, que se valore nuevamente la técnica de la alfarería y el amor de la pieza hecha a mano que tiene parte de una esencia vital, fomentar nuestras costumbres y valorar nuestras raíces”.


Redacción / Fotografía : Aarón Andrade