DR. JOSÉ LUIS REYES BRISEÑO
  • Traumatología y Ortopedia
    Especialidad en Cirugía Articular y Artroscopia
  • Egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
  • Especialidad en Traumatología y Ortopedia, en el Hospital Centenario Miguel Hidalgo, en Aguascalientes.
  • Alta Especialidad en Cirugía Articular Reconstructiva y Artroscopica, en el Hospital Centenario Miguel Hidalgo de Aguascalientes.
  • International Fellowship en Cirugía de Hombro y Rodilla en la Universidad de California en San Francisco.
  • Certificado por el Consejo Mexicano de Ortopedia y Traumatología.

 

La articulación del hombro es la articulación con mayor arco de movilidad de la economía corporal, y a su vez, es la que menos contacto entre hueso y hueso tiene. Esto genera que las estructuras que envuelven a esta articulación sean las encargadas de generar tanto la fuerza y principalmente la estabilidad de la misma.

Esta estabilidad está dada por varios factores los cuales influyen las estructuras que nosotros llamamos estabilizadores estáticos y dinámicos. Entre los cuales se encuentran los ligamentos glenohumerales, el manguito rotador, el labrum (un rodete de tejido alrededor de la glenoides) el bíceps, entre otros.

Es por esto que los síntomas en esta articulación son cada vez más frecuentes, y la incapacidad funcional que estos generan hace que sea más normal en nuestra sociedad, que acudan a consulta con Cirujanos Articulares y Artroscopistas.

Entre las enfermedades o patologías más frecuentes se encuentran: el síndrome de pinzamiento subacromial, la ruptura del manguito rotador (tendón que se forma de 4 músculos en el hombro: supraespinoso, redondo menor, infraespinoso y subescapular), lesiones en la porción larga del bíceps (lesión SLAP), luxaciones de hombro frecuentes (recidivante) lo cual genera inestabilidad en la articulación del hombro.

Hablaremos sobre estas alteraciones, las cuales se presentan con mayor frecuencia en personas con un rango de edad de los 20 a los 60 años. Los mecanismos por los cuales se lesionan estas estructuras son: movimientos por arriba de la cabeza, rotaciones bruscas y por traumatismos directos.

Los síntomas que se presentan en los pacientes que tienen alguna alteración en estas estructuras del hombro son: dolor en el hombro afectado, el cual aumenta por las noches, limitación para sus actividades diarias, tales como peinarse, abrocharse la camisa o en las mujeres abrocharse el brasier. Así mismo se presenta en casos ya severos limitación casi total para la movilidad de esta articulación.

Al valorarlos en nuestra consulta debemos de realizar una amplia y detallada exploración física, revisando los arcos de movimiento y valorando la función de cada uno de los ligamentos y de las estructuras que conforman el hombro.

Una vez que sospechamos como subespecialistas en que nuestro paciente cuenta con una lesión en alguna estructura del hombro, debemos de mandar realizar casi siempre una Resonancia Magnética para con rmar el diagnóstico, ya que ésta es la que mayor sensibilidad y especificidad tiene.

Cuando se confirma, por medio de la exploración física y de algún estudio de gabinete que nuestro paciente cuenta con una lesión en el hombro, por lo general sucede que no se trata de una lesión masiva o alguna ruptura de los tendones o ligamentos, recetamos anti in amatorios. Y se puede mandar al paciente a terapia física o rehabilitación, también podemos inyectar medicamentos directamente a la articulación o tendón (a esto se le conoce como infiltración).

En dado caso que el paciente no mejore con ninguna de estas terapias, lo siguiente es realizar una cirugía la cual se le llama Artroscopía de hombro.

En tiempos pasados la cirugía de hombro se realizaba por medio de incisiones grandes, produciendo

un daño secundario a las estructuras las cuales se tenían que abrir para poder llegar a la lesión y repararla con

métodos que en la actualidad ya no se usan.
Hoy en día el mejor tratamiento para las rupturas o lesiones en algunas de las estructuras del hombro es el método artroscópico.

Esta cirugía, se realiza por medio de un bloqueo en el brazo, o a su vez, por medio de anestesia general, colocando al paciente en una silla especial para la cirugía

de hombro y sosteniendo el brazo del paciente a un brazo mecánico que se ajusta a la mesa de quirófano.

Ya que es un método mínimo invasivo, en el cual el ortopedista con subespecialidad en artroscopía, realiza incisiones en la piel (heridas) de no más de 5mm e introduce una cámara la cual mide 4 mm de diámetro y éste se conecta con un monitor de video en el quirófano. Ésta se introduce por la parte de atrás del hombro, realizando dos o tres incisiones más para que por esos portales introducimos el instrumental médico para realizar la reparación adecuada.

Este tipo de procedimiento nos permite realizar una detallada inspección del cartílago de ambos huesos que forman la articulación. Así mismo valoramos las estructuras que se encuentran dentro de la articulación (intraarticulares) y las estructuras por fuera de la articulación (extraarticulares).

Así mismo, la artroscopía produce menos dolor y menos rigidez y la recuperación es más rápida que en la cirugía abierta.

Durante la cirugía, cuando se corroboran las lesiones que se tenían planeadas en el pre quirúrgico y vistas en la resonancia magnética, procedemos a realizar la reparación de las mismas, en las cuales colocamos anclas (tornillo con suturas integradas) o tornillos bio absorbibles para poder restablecer la anatomía normal del hombro, con el n de ofrecerle a nuestros pacientes los mejores resultados funcionales.

El porcentaje de éxito en este tipo de cirugías es muy alto: alrededor del 90% a 100% y esto depende de la técnica que se utilice, del apego del paciente a las indicaciones médicas después de la cirugía; y que la cirugía sea realizada por cirujanos articulares y artroscopistas avalados por alguna institución educativa.

Después de la cirugía el paciente se mantiene en el hospital durante 24 hrs., para el manejo del dolor y veri car que no se presente ninguna complicación. El paciente sale de quirófano con un inmovilizador de hombro (cabestrillo) el cual dependiendo de la reparación se mantendrá por un mínimo de 4 a 6 semanas.

Posterior a esto el paciente requiere de iniciar una valoración y tratamiento de terapia física y rehabilitación obligado para obtener el mayor grado de funcionalidad del hombro.

Entre las complicaciones que se pueden presentar durante la cirugía y después de la misma son: Infección, sangrado, lesión a algún nervio o vaso, rigidez de hombro (capsulitis adhesiva), entre otros.

En nuestro centro artroscópico y reconstructivo especializado de Colima (ARTROCARE), contamos con las mejores marcas Arthrex y Biomet para poder brindarles a nuestros pacientes seguridad y calidad.


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