Después de intentar hacer producir la tierra con cultivos tradicionales Roberto de Lira Fuentes junto con su hijo Roberto de Lira Carrillo decidieron apostarle al bambú e iniciaron por investigar su viabilidad y se encontraron con la agradable sorpresa de que los municipios de Colima, Comala y Cuauhtémoc son factibles para su producción, además de ser un cultivo con gran demanda en el mercado nacional e internacional. La familia de Lira Carrillo realizó la primera plantación hace 4 años, cuando Rogelio de Lira Fuentes los motivó a probar otra vez y apostarle al campo, invirtieron 18 mil pesos para la compra de plantas y con la asesoría del experto e investigador Rafael Bejarano iniciaron la producción de bambú en El Remudadero, municipio de Comala. La expectativa es mayor cuando se dimensiona que llevando el proceso adecuado del manejo de cultivo de bambú se logra una plantación para 100 años de productividad. “En un principio se cultivó bambú en 2 hectáreas ubicadas en El Remudadero, en el municipio de Comala y 2.5 hectáreas más la cabecera municipal.

Con estenuevo proyecto los productores iniciaron con la capacitación e investigación con el apoyo de el Consejo Colimense del Bambú y la Comisión Nacional Forestal delegación Colima. Actualmente cuentan con 38 hectáreas que rendirán una producción estimada de 4 mil 800 culmos (vara cilíndrica de entre 20 y 25 metros, con un diámetro de tres a cuatro pulgadas) anuales por hectáreas. “Contamos con un 90% de superficie cultivada de la especie Guadua Angustifolia o bambú colombiano, que sirve para la industria de la construcción, esta especie alcanza los 600 kilogramos sobre centímetro cuadrado; es tan fuerte como el concreto e igual de resistente que el acero pero más flexible. El otro 10% es de la especie de bambú old hamii que es útil para los acabados en la construcción”. La nueva generación Roberto de Lira Carrillo es egresado de la Universidad de Colima como Ingeniero Civil y ante la desilusión de cultivar en el pasado maíz, aguacate y caña con tan malos resultados, no se dieron por vencidos pues con el mismo empeño, esfuerzo y dedicación plantaron bambú en el terreno que en ese entonces estaba convertido en tierra estéril. “Una plantación de bambú es muy noble, no es tan susceptible a las plagas, con el manejo adecuado responde muy bien, requiere de poca agua y en la zona norte del estado donde hay humedad, se mantiene sola.

En el crecimiento de la planta dejamos caer la hoja logrando una capa de materia de 10 a 15 centímetros en tierra, que con el tiempo cambia a ser fertilizante y es benéfico para suelo convirtiéndolo en tierra fértil, además de lograr la reforestación del lugar y crear un micro hábitat de plantas y animales”. Su aspiración es estudiar la maestría “Advanced Computational and Civil Engineering Structural Studies” en Alemania, “la experiencia como ingeniero civil aplicado en el diseño de construcciones de bambú es el complemento de lo que estamos trabajando en Bambú Comala.

El proyecto a largo plazo es diseñar y construir 100 casas de bambú en el Remudadero, crear un pueblo mágico con la infraestructura a base de bambú y convertir un sueño en realidad, al contar con un proyecto integral ecológico y sustentable para fomentar el turismo regional y la generación de empleos en la comunidad”. Aprovechamiento La planta de bambú es muy noble y se aprovecha todo en su proceso de crecimiento. En los primeros dos años se realiza el mantenimiento para que siga produciendo los culmos más gruesos y largos. A partir del tercer año se logran las varas para los diferentes cultivos que se utilizan para mantener las plantaciones aéreas, denominados estocones o tutores.

Continua el proceso de espera hasta los cuatro años cuando el culmo llega a medir de 3 a 4 pulgadas de diámetro y alcanza una altura de 18 metros y  esperar de 2 a 3 años más para su madurez y producir la vara para la industria de la construcción. El proyecto integral de la familia de Lira Carrillo es el aprovechamiento total de la planta de bambú, en donde el punto clave será la comercialización, “en un primer momento nosotros tenemos la visión de utilizar las varas para construir casas sustentables y ecológicas, así también vender el resto de la planta para elaborar  un sin fin de productos  utilitarios hechos de bambú”. En un futuro cercano Roberto padre y Roberto hijo, tienen proyectado contar con una planta de industrialización para la transformación y aprovechamiento del bambú, “el primer proceso es cortar y curar a una medida las varas, y un segundo proceso podemos fabricar productos para la construcción como duelas, triplay, pisos laminados y darle el valor agregado”. Faltan dos años para lograr la madurez de las primeras hectáreas de producción de Bambú Comala, la familia de Lira Carrillo ha sido paciente en este proceso, porque están apostando todo para lograr que el bambú sea una parte importante en el rescate del campo, la generación de empleos y convertir a la comunidad de El Remudadero en el primer sitio ecológico y sustentable para vivir en armonía con la naturaleza