Dos jóvenes apasionados por las artes plasman su creatividad en Colibrijes

TEXTO Y FOTOS Aarón Andrade Ramírez

Seres imaginarios concebidos en la fantasía de dos jóvenes artistas; pintura surrealista, colores brillantes y divertidos surgen en Colibrijes, un proyecto que nace en la mente de Víctor Manuel Sánchez Ceballos y Edisa Águila Fregoso. Sus productos emergen del papel reciclado que lleva un proceso de remojado y triturado combinado con pegamento blanco que lo convierte en una pasta maleable a la que llaman pulpa de papel, para partir de ahí al encuentro con la creatividad que da paso a nuevas figuras y ornamentos. “Todo inició cuando terminamos la carrera de artes visuales, es ahí donde decidimos unir nuestros conocimientos y empezar a buscar alternativas innovadoras para crecer en nuestro ámbito laboral”, expresó Edisa Águila cuya especialidad es la pintura.
Su primer taller fue un rincón en sus respectivas casas, cuenta Víctor Manuel. “Tiempo después nos invitó el maestro Octaviano Rodríguez Cadena al Taller Azul y ahí trabajamos desarrollando la nueva idea; así decidimos abrir nuestro propio espacio al que nombramos Terracota, un taller-galería en la calle Allende # 231 en el centro de la capital, donde en conjunto con otras personas trabajamos y vendemos diferentes productos.”

Sus artesanías pretenden ser amigables con el medio ambiente y retomar las figuras prehispánicas colimotas, dando un toque inspirado en Pedro Linares quien originalmente es el creador de los alebrijes en México. También se han dedicado hacer piezas de joyería en papel como: aretes, collares, llaveros y figuras realistas basadas en la fotografía de una persona o una mascota, que se convierten en un regalo muy original e invaluable. Como parte de su crecimiento y en su afán por compartir sus conocimientos y técnicas imparten cursos de pintura al óleo, acrílico, acuarela, gis pastel, escultura y modelado en barro, dirigido a todas las personas mayores de siete años interesadas en el arte y en despertar su creatividad.
Sus puntos de venta son vía internet en Facebook y en los tianguis culturales y artesanales como: La Vendimia, El Chahuistle y Tierra Mojada. El trabajo de los artesanos crece en valor por el cuidado y amor que de manera única se le imprime a cada detalle de la obra que realizan convirtiéndolo en algo original.