Este término hace referencia a un tumor maligno que se ha desarrollado a partir de células mamarias, es decir un crecimiento descontrolado de las células mamarias. Generalmente, el cáncer de mama se origina en las células de las glándulas productoras de leche (lobulillos), o en las vías que transportan la leche desde los lobulillos hasta el pezón (conductos).

El cáncer de mama siempre se origina por una anomalía genética (un “error” en el material genético). Sin embargo, solo entre 5-10% de los casos son resultado de una anomalía heredada de la madre o el padre. En cambio, el 85-90% de los casos tienen su origen en anomalías genéticas vinculadas al proceso de envejecimiento y el “desgaste natural” de la vida.
Al paso del tiempo, las células cancerígenas pueden invadir el resto del tejido mamario sano y alcanzar a los ganglios linfáticos (diminutos órganos que encargados de eliminan sustancias extrañas del cuerpo) de la región axilar. Al alcanzan los ganglios linfáticos, obtienen una vía de acceso hacia otras partes del cuerpo. Los estadios de esta enfermedad hacen referencia a lo lejos que han llegado estas células cancerígenas, más allá del tumor original.
Alguna vez debes de haber escuchado las estadísticas que señalan que 1 de cada 8 mujeres desarrollan cáncer de mama. Son muchas las que interpretan erróneamente que ellas y las mujeres que conocen, tienen un riesgo de 1 en 8 de padecer la enfermedad. Esto no es cierto. En realidad, alrededor de 1 en 8 mujeres (12%, o aproximadamente 12 cada 100) pueden padecer cáncer de mama en el transcurso de sus vidas. Suponiendo que el promedio de vida es de 78 años aproximadamente, sería más exacto decir que 1 de 8 mujeres que lleguen a los 78 años de edad pueden desarrollar cáncer de mama. Si bien las investigaciones revelan que las mujeres tienen un riesgo permanente del 12% de desarrollar cáncer de mama, tu riesgo personal puede ser más alto o más bajo que esa cifra.
Hoy en día, no está claro por qué se produce el cáncer de mama. Se han identificado algunos factores de riesgo. Un factor de riesgo aumenta la probabilidad de que se produzca el cáncer, pero no es suficientes ni necesarios para causarlo por sí solo. Al considerar el riesgo de contraer cáncer de mama, es importante recordar que la mayoría de las mujeres que desarrollan cáncer de mama no presentan factores de riesgo evidentes ni antecedentes familiares de cáncer de mama. Múltiples factores de riesgo influyen en el desarrollo. Algunas mujeres con estos factores de riesgo nunca desarrollarán cáncer de mama y otras mujeres, sin ninguno de estos factores de riesgo desarrollarán cáncer de mama.

FACTORES DE RIESGO
La mayoría de los cánceres de mama necesitan estrógenos para desarrollarse; es decir, sin los estrógenos dejan de crecer o crecen más despacio. De ahí que, con algunas excepciones, los factores de riesgo para el cáncer de mama estén ligados a los estrógenos. Los principales factores de riesgo para el cáncer de mama en mujeres son:

ENVEJECIMIENTO: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta a medida que las mujeres se hacen mayores.
GENES: mutaciones de ciertos genes que son heredados de la madre o el padre aumentan el riesgo de cáncer de mama. El conocimiento actual sugiere que estos genes anormales causan menos del 10% de los cánceres de mama.
ANTECEDENTES FAMILIARES DE CÁNCER DE MAMA: tener un familiar de primer grado (madre o padre, hermana o hermano, hija o hijo) que ha tenido cáncer de mama aumenta el riesgo de tener cáncer de mama, especialmente si este tenía menos de 45 años al momento del diagnóstico. Cuando existen varios familiares afectados por cáncer de mama y/o ovario, a una edad joven debe sospecharse que existe predisposición genética. Los principales genes implicados son BRCA 1 y 2. Un portador de una mutación del gen BRCA tiene riesgo de padecer cáncer de mama en su vida en un 85 – 85% y 60% de que sea bilateral. La cirugía preventiva reduce el riesgo de que ocurra dicho cáncer y de muerte por cáncer de mama. Antes de realizar dicha cirugía es obligatorio realizar evaluación genética y asesoría psicológica.
ANTECEDENTES PERSONALES DE CÁNCER DE MAMA: haber tenido cáncer de mama aumenta el riesgo de tener un nuevo cáncer de mama en una parte diferente del seno o en el otro seno
EXPOSICIÓN A ESTRÓGENOS Y PROGESTERONA: mujeres que han tenido periodos menstruales que iniciaron antes de los 12 y terminaron después de los 55 años y mujeres que no han tenido hijos o tuvieron su primer hijo después de los 30 años tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
ANTECEDENTES DE ENFERMEDADES MAMARIAS BENIGNAS: el riesgo de que el cáncer de mama se desarrolle es especialmente alto con la hiperplasia lobular atípica e hiperplasia ductal atípica.
FACTORES GEOGRÁFICOS Y SOCIALES: mujeres que viven en países occidentales y con nivel de educación superior tienen mayor riesgo.
USO DE FÁRMACOS CON ESTRÓGENO Y PROGESTERONA: el uso de píldora anticonceptiva oral antes del primer embarazo aumenta el riesgo de cáncer de mama. Si una mujer suspende el uso de la píldora durante 10 años, dicho riesgo ya no está presente. El uso de terapia hormonal de reemplazo después de la menopausia aumenta el riesgo de cáncer de mama. Se documenta mayor riesgo para el uso de terapia estrógeno y progesterona que solo estrógenos. Entre las usuarias que dejaron la terapia por más de 5 años el riesgo no es mayor a quien nunca utilizó la terapia.
ANTECEDENTES DE RADIOTERAPIA A TÓRAX DURANTE LA NIÑEZ O ADOLESCENCIA: generalmente para tratamiento de linfomas aumenta el riesgo de cáncer de mama durante la edad adulta.
SOBREPESO Y OBESIDAD: aumenta el riesgo especialmente después de la menopausia, esto probablemente debido a la producción de estrógenos en los tejidos grasos que es la principal fuente de estrógenos a esta edad.
CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO: Los mecanismos no están claros pero se ha visto un amento en su incidencia Se sospecha que hay otros factores que están asociados con un mayor riesgo de cáncer de mama, pero la evidencia no es consistente. Desafortunadamente, los factores que tienen mayor influencia en el riesgo de cáncer de mama como la edad, los genes, los antecedentes personales y familiares de cáncer de mama así como los antecedentes de hiperplasia atípica no pueden cambiarse. Se han desarrollado diversas herramientas de evaluación del riesgo de cáncer de mama para ayudar a que una mujer calcule sus probabilidades de padecer cáncer de mama. La herramienta mejor estudiada es el modelo de Gail.
PREVENCIÓN
Existen conductas que se pueden seguir para mantener su cuerpo sano, como ingesta de dieta balanceada, mantener un peso ideal, no fumar, consumo de alcohol moderado y ejercitarse de forma regular. Aunque pueden tener algún impacto en el riesgo de padecer cáncer de mama, no pueden eliminar el riesgo.
Al principio, es posible que el cáncer de mama no cause ningún síntoma. Puede que el bulto sea demasiado pequeño para ser palpable o para provocar cambios inusuales que puedas detectar por tu cuenta. Con frecuencia, aparece una zona anómala en una mamografía de tamizaje, lo que lleva a más análisis. En otros casos el primer indicio de cáncer de mama es un bulto o masa reciente en la mama que pueden palpar tú o tu oncólogo. Un bulto indoloro, duro y con bordes irregulares tiene más probabilidades de ser cáncer. Pero a veces los bultos cancerosos pueden ser blandos, suaves y redondeados. Por esto es fundamental que tu oncólogo examine cualquier aspecto sospechoso. Según la Asociación Americana del Cáncer, cualquiera de los siguientes cambios inusuales en la mama puede ser un

indicio de cáncer de mama:
• Inflamación de la mama o parte de ella
• Irritación cutánea o formación de hoyos
• Dolor de mama
• Dolor en el pezón o inversión del pezón
• Enrojecimiento, descamación o engrosamiento del pezón o la piel de la mama
• Una secreción del pezón que no sea leche
• Un bulto en las axilas Estos cambios pueden ser también indicios de afecciones menos graves y no cancerosas, como una infección o un quiste.

Es importante que un oncólogo revise inmediatamente cualquier cambio en las mamas. Esto significa que todas las mujeres deben estar atentas a los cambios en sus mamas, y hablar con su oncólogo sobre la posibilidad de someterse a exámenes clínicos de mama regulares realizados por un oncólogo y mamografías de tamizaje, que puede detectar un tumor demasiado pequeño como para palparse.
El que padezcas cáncer de mama no es ni tu culpa ni la de nadie. Sentirse culpable o pensar que la enfermedad apareció debido a algo que hiciste o que hizo otra persona es contraproducente.