DR. CÉSAR A. CÓRDOBA ESQUIVEL
• Médico General, Egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara
• Especialista General de la U de C
• Especialista en Oncología del Hospital General de México
• Diplomado de Mínima Invasión de alta especialidad por el Hospital Juárez de México

El cáncer de páncreas es el más letal del mundo; solo un 5% de los pacientes sobreviven más de cinco años tras el diagnóstico, y el 75% no supera el primer año. Cada día más de 1.000 personas son diagnosticadas en todo el mundo de cáncer de páncreas. De ellas, aproximadamente 985 morirán. Los síntomas son tan inespecíficos que entre el 80 y el 85% de los pacientes reciben un diagnóstico en fases avanzadas. La enfermedad provoca aproximadamente el 3% de todos los cánceres.
Las tasas de incidencia son 25% más altas en las personas de raza negra que en las personas de raza blanca. El cáncer de páncreas es el octavo tipo de cáncer más frecuente en mujeres y la cuarta causa principal de muerte por cáncer en hombres y mujeres. Representa el 7% de todas las muertes por cáncer.

FACTORES DE RIESGO

Aunque actualmente no está claro por qué se produce este tumor y se estima que el 90% de los cánceres de páncreas no están asociados a ningún factor de riesgo, el conocimiento de los síntomas y las causas de este cáncer es de gran utilidad para reducir su incidencia y mejorar su tasa de curación.

FACTORES DE RIESGO MODIFICABLES

• Tabaquismo: el 25% de los pacientes con esta enfermedad son o han sido fumadores de cigarrillos durante un largo periodo.
• Obesidad: un 5. 4% de los cánceres de páncreas en el mundo se atribuyen a la obesidad (6.286 casos).
• Otros hábitos de vida: hay indicios -aunque no resultados concluyentes- de que el alcoholismo y el consumo elevado de carne roja y procesada se asocian a un mayor riesgo de cáncer de páncreas.

FACTORES NO MODIFICABLES

• Inflamación crónica del páncreas (pancreatitis)
• Diabetes
• Antecedentes familiares de síndromes genéticos que aumentan el riesgo de cáncer; mutación del gen BRCA2 (cáncer de
mama), síndrome de Lynch, y síndrome de melanoma familiar con lunares atípicos múltiples
• Antecedentes familiares de cáncer de páncreas
• Edad avanzada, ya que a la mayoría de las personas se las diagnostica después de los 65 años aunque se puede presentar antes de los 40 años
• La combinación de fumar, diabetes a largo plazo, y una mala dieta aumentan el riesgo de cáncer de páncreas más allá del riesgo de cualquiera de estos factores por sí solo.

PREVENCIÓN

Puedes reducir tu riesgo para cáncer de páncreas sí:
• Dejas de fumar. Si fumas, trata de dejar. Si no fumas, no empieces.
• Mantén un peso saludable. Si tu peso es saludable, esfuérzate en mantenerlo. Si necesitas perder peso, ten como objetivo una pérdida de peso lenta y continua — 0.5 a 1 kilo por semana.
• Elige una dieta saludable. Una dieta llena de frutas y verduras coloridas y con cereales integrales puede ayudar a reducir tu riesgo de cáncer.

¿SE PUEDE DETECTAR EL CÁNCER DE PÁNCREAS EN SUS PRIMERAS ETAPAS?

Si el cáncer se detecta en una etapa inicial, cuando la extracción quirúrgica del tumor es posible, la tasa de supervivencia a 5 años es del 32%. Alrededor del 10% de las personas reciben el diagnóstico en este estadio.
Si el cáncer se ha diseminado a órganos o tejidos circundantes, la tasa de supervivencia a 5 años es del 12%. Para el 52% de las personas que reciben el diagnóstico después de que el cáncer se ha diseminado a una parte distante del cuerpo, la tasa de supervivencia a 5 años es del 3%.

El cáncer de páncreas es difícil de descubrir temprano. El páncreas está en una región profunda del cuerpo. Por lo tanto, no se pueden ver ni palpar los tumores en sus etapas iniciales durante los exámenes físicos de rutina. Las pruebas o exámenes de detección se realizan para descubrir una enfermedad en personas que no han presentado ningún síntoma de la enfermedad. Actualmente, ninguna asociación profesional importante recomienda pruebas de detección rutinarias para el cáncer de páncreas en personas que están en
riesgo promedio. Esto se debe a que ninguna prueba de detección ha demostrado reducir el riesgo de morir a causa de este cáncer. Esto significa que en muchos casos recién se lo detecta en estadios avanzados, cuando el cáncer ya no puede ser extirpado mediante cirugía y se ha diseminado desde el páncreas a otras partes del cuerpo.

En ocasiones, los niveles de ciertas proteínas en la sangre se elevan en las personas que tienen cáncer de páncreas. Estas proteínas, llamadas marcadores tumorales, se pueden detectar mediante análisis de sangre. El marcador tumoral CA 19-9 está más estrechamente asociado con el cáncer de páncreas. Sin embargo, los niveles de estas proteínas no siempre se elevan cuando una persona tiene cáncer pancreático, y cuando se elevan, a menudo la enfermedad ya está muy avanzada para cuando esto sucede. En ocasiones, los niveles de estos marcadores tumorales pueden elevarse aun cuando una persona no tiene cáncer pancreático. Por estas razones, no se realizan análisis de sangre para detectar cáncer pancreático (es decir que tener elevado el CA 19.9 no hace el diagnóstico de cáncer de páncreas). Estas pruebas se utilizan con más frecuencia en personas que ya han sido diagnosticadas con cáncer pancreático para ayudar a saber si el tratamiento es eficaz o si el cáncer está progresando.

CIRUGÍA POTENCIALMENTE CURATIVA

Los estudios han demostrado que extraer solo parte del cáncer pancreático no ayuda a los pacientes a prolongar el tiempo de vida. Por lo tanto, la cirugía potencialmente curativa se realiza solamente si el cirujano cree que se puede extraer el cáncer por completo. Esta cirugía es muy compleja y también puede ser muy difícil para los pacientes, ya que puede causar complicaciones y la recuperación puede tomar de semanas a meses. Menos de 1 de cada 5 cánceres de páncreas parecen estar confinados al
páncreas al momento de descubrirlos. Aun así, no todos estos cánceres resultan ser realmente resecables una vez iniciada la cirugía.
En ocasiones, el cirujano comienza la operación y se da cuenta que el cáncer se ha extendido demasiado como para extraerlo por completo. Si esto ocurre, es posible que se suspenda la cirugía, o el cirujano podría continuar con una operación más sencilla con el objetivo de aliviar o prevenir síntomas. La cirugía ofrece la única oportunidad realista de curar el cáncer de páncreas.

La cirugía con la técnica de Whipple es un procedimiento complejo que requiere de un cirujano con mucha habilidad y experiencia. Conlleva un riesgo relativamente elevado de complicaciones que a veces pueden poner en peligro la vida. Durante esta operación, se extrae la cabeza del páncreas, parte del intestino delgado, parte del conducto biliar, la vesícula biliar, los ganglios linfáticos cercanos al páncreas, y a veces parte del estómago.
El próximo paso consiste en conectar el conducto biliar y el páncreas al intestino delgado de manera que la bilis y las enzimas digestivas puedan entrar al intestino delgado. Las partes del intestino delgado o el estómago también se vuelven a conectar para que los alimentos puedan pasar por el tracto digestivo.

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