Pasó el mes patrio, y seguimos festejando el orgullo de ser mexicanos con la preparación de unos ricos chiles en nogada a mi estilo: sin carne, pero deliciosos. 

Existen diversas versiones sobre el origen de este platillo típico. La más popular dice que este platillo fue inventado por las monjas agustinas del convento de Santa Mónica en Puebla, para celebrar la reciente Independencia de México y el santo del nuevo emperador, Agustín de Iturbide. Aprovechando los productos de temporada como la granada y la nuez de Castilla, las monjas agustinas prepararon un plato que llevara los colores del ejército trigarante: verde, blanco y rojo.

Así que con perdón de las monjas de Puebla, o de quien haya sido, aquí tienen mi versión de chile en nogada vegetariano.

Ingredientes: 

4 chiles poblanos asados, pelados y desvenados. 

 

Relleno: 

 

1 cucharada de aceite vegetal

1/2 cebolla picada

1 diente de ajo pequeño picado

300 gr de hongos cremini

1 taza de jitomate pelado, picado y sin semillas

1/2 manojo de perejil chico, picado

1 cucharada de uvas pasas

1 cucharada de almendras peladas y picadas

1 cucharada de acitrón picado

2 clavos de olor molidos o una pizca en polvo

1 cucharada de piñones

1/2 durazno picado

1/2 plátano macho maduro pelado y picado

1/2 manzana picada

Sal y pimienta al gusto

 

Nogada: 

 

1 taza de lechada de almendras

1/2 taza de queso de cabra o queso fresco

1 1/2 taza de nuez de castilla pelada

1 pizca de canela en polvo

1/2 cucharada de azúcar (o al gusto)

 

Para decorar: 

1/2 taza de semillas de granada roja

perejil picado

 

Preparación: 

En un sartén grande, a fuego medio se calienta el aceite y se ponen la cebolla y el ajo a sofreír hasta que estén transparentes (3 o 4 minutos aproximadamente)

Agrega los hongos y remueve hasta que se cocinen. Integrar el jitomate, las pasas, almendras, acitrón, piñones, durazno, plátano y manzana. Mezclar bien y sazonar con las especias. 

Dejar que se cocinen, hasta que la fruta se haya ablandado. Retirar del fuego y reservar. 

 

La Nogada: 

Licua todo hasta tener una salsa espesa. Si queda muy ligera o aguada, agrega más nueces y si está muy espesa, añade más lechada. Puedes endulzar o salarla, según desees. Refrigera, preferentemente, antes de servir. 

 

Para servir:

Sólo rellena los chiles con el guisado, bañarlos con la nogada hasta el momento de servir. Decora con las semillas de granada y el perejil picado. 

Por: Ale Torres

Coach en cambio de hábitos, mamá

bloguera, comunicóloga y alumna del Centro

de Kabbalah México.

aletorres111@gmail.com

www.aletorresblog.com