POR Lic. Salvador Suárez Zaizar
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China es un país que nunca se detiene. Un viaje por la Región Administrativa Especial de Hong Kong y las ciudades de Zhuhai, Hangzhou y Beijing son una pequeña muestra de los grandes cambios que a diario se viven. Jamás en la historia de la humanidad un país, en tan corto tiempo, había logrado esta impresionante hazaña que lo llevará a ser la primera economía del mundo, dando paso a un nuevo orden mundial. El cruzar el puente Hong Kong-Zhuhai-Macao, el más largo del mundo sobre el mar con sus 55 kilómetros de longitud, es una experiencia única. El autobús hizo un recorrido de 35 minutos en lugar de las 4 horas que normalmente hace en el trayecto Hong Kong – Zhuhai. La infraestructura y la logística están transformando esta región en un poderoso centro económico y comercial, y acercando a China continental a sus Regiones Administrativas Especiales.

En Zhuhai participé en la XII Cumbre Empresarial China-LAC que es la principal plataforma que promueve la cooperación económica y comercial entre China, América Latina y el Caribe. Se habló sobre un futuro compartido para la cooperación internacional, colaboración de la cadena de valor, acelerar las oportunidades del sector servicios, y la necesidad que existe de mejorar la infraestructura y conectividad en nuestra región a partir de inversiones y transferencia de tecnología chinas. Como parte de la agenda de esta cumbre, visitamos el Parque de Cooperación Económica y Comercial de Hengqin China, América Latina y el Caribe. Es un ejemplo más de la importancia que tiene la planeación al desarrollar parques industriales. Su diseño, posición estratégica, incentivos a sectores potenciales, servicios de soporte, empresas ancla, promoción, entre otros elementos, aseguran su éxito. Tenemos todavía en nuestro país y estado de Colima mucho que aprender de los chinos en este tema.

En la hermosa ciudad de Hangzhou están impulsando la Zona Piloto de Comercio Electrónico Transfronterizo. Es un programa que pone a prueba estándares técnicos, procedimientos comerciales, supervisión de modelos para transacciones, pagos, logística, despacho aduanero, devolución de impuestos y otras actividades transfronterizas relacionadas. De esta forma, la innovación institucional, administrativa y de servicios abre una nueva ventana a la exportación e importación de productos. De Hangzhou a Beijing tomé el tren de alta velocidad, un medio de transporte eficiente, cómodo y puntual. Esta red ferroviaria es la más extensa del mundo, ejemplo del gran salto tecnológico de China. Al mirar por la ventana se observa un país en constante transformación con grúas que desarrollan enormes edificios y zonas residenciales. Las estaciones de trenes del Este en Hangzhou y la del Sur en Beijing son gigantes y modernas, infraestructura necesaria para movilizar a millones de personas y demostrar lo que son, una civilización milenaria cuyo talento humano – chino y/o extranjero – está presente en cada construcción majestuosa.

La ciudad de Beijing siempre me recibe con los brazos abiertos. Durante mi estancia, visité una exhibición en la que participaron empresarios mexicanos que buscan vender alimentos procesados saludables, miel, café y tequila. Al igual que ellos, estoy convencido que el incremento en el poder adquisitivo de casi 1,400 millones de personas seguirá impulsando el consumo. No existe mejor estrategia que diversificar los mercados de exportación y tener un pie en China. Para entender y conocer hay que viajar constantemente a este país. Su crecimiento y desarrollo son un enorme aprendizaje para Colima y el mundo. Nuestro México también posee una cultura milenaria y una sociedad trabajadora y talentosa, está en nuestra mente y manos el alcanzar una verdadera transformación.