INCLUSIÓN Y DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

En la actualidad prevalece valorar a las personas a partir de su funcionalidad, más que de sus deficiencias, esto ha permitido generar acciones de cambio cultural en nuestra sociedad que apoya las políticas públicas mundiales, nacionales y regionales en favor de los derechos de las personas con discapacidad; un ejemplo claro es la aprobación de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad adopta- do por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2006 en donde el estado mexicano fue el primero en firmar y ratificar dicha convención en el 2007, lo que lo convirtió en el primer país en expresar su consentimiento de obligarse con este instrumento normativo

Sin embargo esto no ha sido suficiente para lograr el cambio de paradigma social en México, y se tiene que seguir aprendiendo y trabajando en conjunto para lograr la equidad tomando en cuenta las diferentes aptitudes y capacidades que tenemos como seres humanos.

Así pues el Programa Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad 2014 – 2018 valora como punto de organización a la convención, planteando las acciones fundamentales para asegurar los derechos de las personas con discapacidad.

En Colima estamos ubicados entre los diez estados con mayor índice de población con discapacidad de acuerdo a los datos proporcionados por el Instituto Colimense para la Discapacidad (INCODIS). Situación que representa un estimado entre el 7 y el 9 por ciento de la población total colimense en el año 2018, lo que nos da un promedio aproximado de 60 mil personas con alguna discapacidad.

La concentración mayor en porcentaje es de la discapacidad motriz, continuando con la discapacidad sensorial (englobando la visual y la auditiva); y la discapacidad intelectual, en donde entra el autismo, síndrome de asperger y síndrome de down, hablando de las tres principales discapacidades que tenemos en el estado, asegura Jesús Dueñas García, Director General del INCODIS.

Tenemos que trascender y pasar a la toma de conciencia colectiva para prevenir los factores de riesgo que puedan generar una discapacidad en las nuevas generaciones, así lo explica Jesús Dueñas. “Como ejemplo está el tema de los embarazos mal cuidados; también existe el factor del entorno en donde por un accidente se pierde alguna extremidad del cuerpo y esto genera una discapacidad; y el factor del envejecimiento, que es uno de los principales motivos en donde se pierde movilidad en el cuerpo dependiendo en gran parte por el tema de la alimentación y estilo de vida, lo que genera que se presenten limitaciones como dificultad al caminar, tener visión baja, mala audición, y además enfermeda des crónico degenerativas como la diabetes, marcada así por la Organización Mundial de la Salud”.

 

 

Las familias además son las primeras personas con las que se tienen que trabajar las alianzas para apoyar a las personas con discapacidad, porque en muchas ocasiones son las primeras en rechazar o segregar a los miembros con discapacidad, situación que no les permite el desarrollo pleno. Incluso a la fecha existen familias que esconden a las personas con discapacidad por evitar el tema de burlas y rechazo social.

El otro punto es trabajar con las instituciones o entes gubernamentales para poder eliminar todas estas barreras físicas y sociales hasta llegar a la toma de conciencia para que la población tenga respeto por las personas con discapacidad y se utilicen los términos correctos.