«La verdadera felicidad consiste en hacer el bien»

Aristóteles

La búsqueda de un mejor entorno laboral lleva a las empresas a buscar las mejores alternativas para afrontar el reto permanente de la satisfacción tanto de clientes como de colaboradores. Sobre todo en estos tiempos donde se avecina un periodo post pandemia pocas veces visto en la historia de los negocios.

La tendencia de comportamiento a nivel global y general, es un crecimiento acelerado en el aumento de algo que básicamente podemos denominar «condiciones mentales adversas». Y no solo hablamos del entorno laboral, hablamos a nivel general de las relaciones que establecemos con los demás, en el trabajo o fuera de este.

Depresión, ansiedad, angustia y hasta el mismo miedo a morir, son fenómenos psicológicos que han venido aumentando en los últimos meses y seguirán apareciendo conforme nos vayamos acercando al final de este periodo de crisis sanitaria. Si bien la aplicación de las vacunas nos da esperanza, también desequilibra la balanza con respecto a que habrá más descuidos y menos conductas de prevención en quienes se aplican la vacuna y quienes los rodean.

¿Cómo afecta esto a las empresas? ¿Cómo se deben preparar las empresas?

Debemos comenzar a poner mucha atención en las condiciones de trabajo de nuestros colaboradores, incluso yendo más allá de lo que pasa dentro de la empresa. Tenemos que cuidar todo el entorno de las emociones porque de nos ser así, los trabajadores se verán afectados en su trabajo. Lo dicen los estudios recientes de la Organización Mundial de la Salud, lo que sigue después de un proceso de pandemia son altos niveles de estrés y un comportamiento de crisis emocional.

Hablar de una dirección de felicidad como tal, es relativamente nuevo. Es un concepto que lejos de idealizar el cómo nos gustaría tener desarrollado nuestro clima laboral, se ha convertido en una aspiración para empresas con mucha visión del futuro. Compañías que han puesto en el marco de su gobierno corporativo una dirección con este nombre o con un nombre afín (Bienestar laboral, Satisfacción en la empresa) para dar pasos acerca de qué tan satisfechos o felices son sus empleados.

¿De qué se encarga una dirección de felicidad? Sin entrar en detalles, la idea principal es medir, controlar y mejorar las condiciones de trabajo en la empresa con el fin de aumentar y mantener la satisfacción con la que los empleados llevan a cabo sus funciones. Este interés evidentemente repercute en el grado de satisfacción de los clientes.

Cuando mencionamos el concepto de «Ministerio de la Soledad» nos referimos a Japón. Han creado desde hace unas semanas un ministerio debido a que esos niveles altos de estrés de los que hablamos antes, han incrementado exponencialmente las afectaciones psicológicas de los trabajadores japoneses, sobre todo el aumento en la tasa de suicidios. Este ministerio se encarga de las mismas funciones que pudiera tener una Dirección de Felicidad pero visto a posterior, es decir, a manera de respuesta al problema no de manera preventiva como lo supondría se haría con la dirección de felicidad.

El reto ahí está. Desarrollar a priori un esquema donde podamos mejorar y controlar la satisfacción de nuestros colaboradores. Definir, con valentía y orgullo, una dirección de felicidad en nuestra empresa.

¿Estamos preparados?

Hasta luego

 

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