FOTOS ROLANDO MEJÍA POR FÁTIMA GARAY PORTADA

Cirugía general, cirugía oncológica y cirugía laparoscópica

  • Médico General por la Universidad Autónoma de Guadalajara
  • Especialidad en el área de cirugía, un año en Manzanillo y tres años más en el Hospital Regional de Colima
  • Subespecialidad en Oncología en el Hospital General de México
  • Diplomado en cirugía laparoscópica avanzada por el hospital Juarez de México.

La Oncología es algo que ya tenía Marcado en los genes el Dr. César Córdoba debido a que es la segunda generación de cirujanos oncólogos en su familia, “mi padre se encargó de ratificar con sus enseñanzas y lecciones, siempre estuve en contacto y familiarizado con el trato humano que necesitan los pacientes con este tipo de enfermedades”.

Desde que estudiaba medicina él ya en- traba a las cirugías de los pacientes del Dr. Exiquio Córdoba o rotaba por las unidades de oncología, veía el grado de complejidad, la habilidad y destreza que se adquiere en la especialidad, el amplio conocimiento de todas las partes del cuerpo y no solo de un área específica como en otras especialidades, así como la capacidad de resolver el problema en los múltiples escenarios que se podían presentar.

“También me gusta la relacion y vinculo que se crea con los pacientes aún después de haber terminado su tratamiento y la importancia del manejo integral que se da en las unidades de oncología por el resto del personal, el trabajo en equipo y el ambiente por el cuerpo de enfermería, psicooncología, cuidados paliativos, clínica de dolor, tanatología, voluntariados, patronatos, nutrición y hasta los mismos pacientes que sobreviven a esta enfermedad se incorporan posteriormente en muchas de estas actividades entre otros múltiples servicios que se requieren. Es como entrar en otro mundo o a un hospital diferente de cualquier área de la medicina. Es realmente una especialidad que comple mis expectativas en fines personales, profesionales y emocionales”.

Los retos en su caso, señala, no han sido muchos, ya que el apoyo de sus padres fue fundamental para seguir adelante, sin embargo afirma que el esfuerzo invertido en tiempos de estudio, horas de sueño y transporte durante los trece años en los que estuvo aprendiendo, fueron un gran obstáculo que superó con creces.

Sus logros son todos aquellos casos de éxito en la lucha contra el cáncer.

“Tenemos que preguntarle a la gente que he tenido la fortuna de apoyar en la guerra con esta complicada enfermedad. A nivel personas por lo cual felicita a todas las personal la vida me ha bendecido con mi familia y desde hace siete años, se agregaron otras dos grandes satisfacciones”.

Existen pacientes o situaciones que le han dejado huella, porque conocer a una persona con cáncer es ver a un ser humano en su estado más vulnerable y se van sumando enseñanzas que van forjando al médico y ser humano que ahora es.

Para el Dr. Córdoba el éxito es algo difícil de definir. “Para unos el éxito puede ser que todos sus pacientes salgan vivos de cirugía o curen su enfermedad, pero hay situaciones en las cuales el paciente cuenta con un cáncer muy avanzado en donde ya no existe la posibilidad de curación y entonces el éxito con ese paciente se convierte en ayudar a que no sufra más con su enfermedad, a que la familia entienda la enfermedad del paciente y arreglen todas sus problemáticas familiares que existieron en el pasado, encuentren el confort y se unan en esos últimos momentos para que así este paciente oncológico pueda tener una partida digna y en paz.

“A lo largo de mi trayectoria, y después de siete años de convivencia íntima con una excelente técnica enfermera, técnica laparoscopista y ahora especialista en enfermería quirúrgica, fue evolucionando mi manera de apreciar el trabajo de enfermería, ya que ellos y ellas son el apoyo más importante que tenemos los médicos. Te vas dando cuenta que su trabajo es invaluable y que en México son poco reconocidas”.

Afirma que le ha tocado conocer, convivir y aprender de muchas de estas grandes personas por lo cual felicita a todas las enfermeras y enfermeros del Hospital Regional Universitario de Colima, Instituto Jalisciense de Cancerología, Hospital General de Manzanillo, Hospital General de Tecomán, Centro Médico de Colima y sus grandes amigas y amigos del Instituto Estatal de Cancerología y Clínica Córdoba por su excelente trabajo.

“En especial quiero hacer un reconocimiento público, me siento muy orgulloso por todos sus logros y metas alcanzadas profesional y personalmente, así como por las lecciones de vida que me ha dado y por el incondicional apoyo de Osiris Yadira Alcaraz”.

En cuanto a sus metas destacó que busca disfrutar de la vida, ayudar a pacientes con enfermedades oncológicas ante cualquier situación y poder concluir el proyecto que inició con su padre para brindar la atención necesaria a los pacientes oncológicos sin tener que salir del estado del cual pronto se estarán abriendo sus puertas.

¡Prohibido rendirse, respira hondo y sigue!