Hace 50 años el mundo cambió. Cuesta trabajo imaginar el im- pacto que tuvo para la humanidad y para los medios el alunizaje en 1969. La programación habitual, compuesta de sets de cartón, telenovelas, noticieros, fútbol, el show de chismes y el reporte del clima, era invadida por una misión espacial que parecía futurista, por el gran viaje del hombre fuera de nuestro manto terrenal. Pensemos en ello: Nacidos hace millones de años en el mismo espacio que habitamos hoy, rompíamos esas ataduras por vez primera. Si lo vemos con filosofía, nuestras herramientas permitieron que rompiésemos las cadenas impuestas por el Creador. Por un momento, fuimos más fuertes que esa prisión denominada gravedad.

Como es lógico, el acto en sí causó revuelo tremendo; fue algo tan impresionante que hasta el día de hoy a muchos les cuesta tomarlo como real, pero ocurrió, llegamos a la Luna.

La relación del séptimo arte con el alunizaje es larga y compleja. Para empezar, existe una fuerte teoría que defiende el alunizaje como una producción cinematográfica, dirigida por Stanley Kubrick, que en 1968 había estrenado 2001: A Space Odyssey con increíble fidelidad al entorno espacial (ausencia de sonido en el exterior, diseños semi-realistas de cápsulas espaciales, gravedad artificial mediante fuerza centrífuga). Debido a este filme, aquellos que teorizaban sobre el alunizaje afirmaban que él había sido requerido por los Estados Unidos para fingir dicha producción, pues hasta ese momento la nación americana había perdido la carrera espacial contra la Unión Soviética (los soviéticos enviaron un satélite al espacio antes que Estados Unidos, al igual que un animal vivo, un ser humano, y dieron la vuelta al mundo previo a ellos también).

Ante la falta de legitimación, se produjeron en masa filmes que hablasen sobre las grandes hazañas de la NASA, obras que llenaron los setentas, ochentas y noventas. Apollo 13, Contacto, For all mankind, Jinetes del espacio, e incluso Armageddon o Impacto Profundo son filmes que retratan al personal encargado de la NASA con heroísmo y superioridad moral, como ejemplos a seguir por la humanidad.

Hasta el día de hoy no logramos quitar ese arquetipo cinematográfico forjado debido al alunizaje. En Gravity una astronauta representa el instinto humano de la lucha. En Misión Rescate un astronauta perdido en Marte logra sobrevivir gracias a su voluntad inquebrantable y en Interestelar es responsabilidad de los jinetes espaciales encontrar un nuevo hogar para la raza humana, cueste lo que les cueste.

Sé que no todos los filmes mencionados son sobre el alunizaje en sí (aunque de el mismo hay referencias de sobra, tan sólo el año pasado se estrenó First Man) pero eso se debe a que la intención nunca fue replicar el viaje del 69 en cine. Lo que pretenden todos estos artistas es representar el espíritu emprendedor de la travesía histórica, el ánimo de aventura, el ímpetu de superación y descubrimiento que resulta tan complicado encontrar en una Tierra que ha sido explorada hasta su último rincón.

El alunizaje es una historia rica en trama y compleja tanto en su proceso como en el mundo que le rodeaba, pero lo que debemos recordar de ese viaje es el valor humano que representó para nuestra raza. Por eso vale la pena celebrar esta fecha, y vale la pena también buscar estos filmes, para sumergirse en el cine espacial y soñar, por dos horas, con las estrellas.