Sergio Ursúa 

Equipos de Poder 

Director general 

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«Cuando concentras cualquier forma de energía, incluida la energía mental, adquieres poder»

Stephan Bodian

 

¿La energía es un valor? No es muy común que aparezca en el programa de valores de alguna empresa, pero es un valor fundamental para el desarrollo de cualquier negocio.

 

Pero ¿de dónde conseguimos la energía que mueve a nuestro cuerpo? La respuesta es sencilla si buscamos el argumento más lógico que es biológico. La energía que se obtiene básicamente de lo que comemos y de cómo procesamos los alimentos, aunado a factores como el ejercicio, el buen desempeño de nuestro sistema respiratorio, el sistema inmunológico, metabolismo e incluso el realizar actividades que nos ayudan a sentirnos mejor, como la meditación, hacer yoga o practicar nuestro pasatiempo favorito.

 

¿Es esta misma energía la necesaria para que las personas se desempeñen de manera eficiente en una empresa? No, no es la misma energía. Un empleado podría mostrar energía expresada en salud y en un buen estado físico, pero no tener la energía necesaria para realizar su trabajo de una manera adecuada.

 

Entonces, ¿de dónde se obtiene la energía para el trabajo? Si el cuerpo necesita de alimento, las personas necesitan de ciertos nutrientes que la empresa produce. Claro que no hablamos de algo material aun cuando el salario puede traducirse en cosas materiales. Son ciertos factores que «alimentan» la energía de los empleados.

 

Clima laboral.  Es el clima que se genera por la percepción que tiene los empleados de sus propias emociones y de los demás, derivadas de la operación, liderazgos y resultados que se dan en la empresa. Este clima laboral influye en la conducta de todos los miembros de la organización y está ligado de manera muy importante con la satisfacción y motivación de los empleados.

 

Espacios adecuados de trabajo. Independientemente de las labores que se desarrollen en nuestra empresa, el tener espacios con las dimensiones adecuadas, limpios, con las herramientas adecuadas, cuidando detalles como iluminación, ventilación, temperatura, crean la comodidad suficiente para que nuestros colaboradores realicen sus funciones. Además, son importantes los espacios adicionales que ayudan a tener momentos de convivencia (áreas de alimentación, descanso, ejercicio, contacto con la naturaleza, etc.). El entorno físico tiene relación directa con la productividad, la salud física y mental de las personas.

 

Las personas contagian de energía a los demás y también reciben esa energía de los demás. Somos los empresarios, la fuente más importante de energía que tienen quienes trabajan con nosotros. El liderazgo que mostramos, la confianza que tenemos en los demás, la manera en cómo nos comunicamos y nuestra propia manera de dirigir nuestro negocio, son los canales por donde esa energía circula.

 

Debemos mantener alto nuestro nivel de energía, conocer de dónde la tomamos nosotros y hacerla crecer día a día.

 

 

Hasta pronto.