Hace casi 8 años nació mi segundo hijo. En aquel entonces como agente de seguros conocía un producto llamado seguro de hogar pero no lo había contratado aunque tenía (y por fortuna mantiene) una cobertura que desde esas fechas me ha parecido fabulosa: la cobertura por gastos médicos ante accidentes para todos los integrantes de la familia, no importa si el accidente es dentro o fuera del hogar. Con hijos pequeños pensé que en cualquier momento alguno de ellos podría sufrir una caída, quemada, cortadura, etc. así que era momento de adquirirlo. Además, es uno de los seguros más accesibles y versátiles disponibles en el mercado.
Cuál sería mi sorpresa cuando yo mismo comprobé los beneficios del seguro. Con una navaja me hice un corte considerable en el pulgar derecho que ameritó varias puntadas y que gracias a la atención no pasó a mayores, aunque perdí la sensibilidad en la parte superior del dedo. En aquel entonces la curación y el medicamento fueron aproximadamente $2,000 pesos que el seguro me reembolsó mediante un proceso relativamente sencillo, para mi, en mi carácter de agente de seguros. Esta anécdota me dejó 3 enseñanzas que te quiero compartir amable lector:
La primera es que desde ese momento tengo la costumbre de siempre recomendar seguros que yo mismo he contratado (afortunadamente no todos lo he usado ni quiero usarlos) y en este caso el seguro de hogar no es la excepción. La segunda es el hecho de que si yo entiendo los procesos ante las compañías aseguradoras no quiere decir que para los clientes sea sencillo por lo que desde ese momento comprendí que nuestro valor como agentes es ayudar al cliente a hacer sus reclamaciones más ágiles y eficientes y, finalmente que los seguros no solo actúan ante catástrofes o eventos de gran magnitud. Con una buena asesoría puedes protegerte de eventos muy sencillos.
Entre las grandes bondades del seguro de hogar además de proteger tu casa y/o tus pertenencias dependiendo si eres dueño del inmueble o no, te voy a comentar algunas reclamaciones cubiertas muy usuales que probablemente te han pasado:
¿Te suena la descompostura de artículos electrónicos por variaciones de voltaje? ¿O qué tal el servicio de un cerrajero o fontanero gratis incluido en tu póliza? ¿El robo de tus pertenencias en casa o artículos personales y dinero en efectivo en la calle? ¿O acaso te ha pasado que tu hijo o tu mascota causó algún daño al patrimonio del vecino?
Estas son algunas de las cosas que tu seguro de hogar puede hacer por ti y lo mejor de todo es que cuando lo cotices el precio te va a convencer. Acércate a tu agente de seguros.
¡Hasta la próxima!
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Por: Roberto Amaya
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