«Licda. En derecho; maestra en género y construcción de la paz; maestra en género, derecho y proceso penal; diplomada en género y políticas pública; así como en derecho electoral».

 

La Maestra Patricia Sánchez Espinosa creció buscando la manera de resolver los conflictos que sucedían a su alrededor, mostrando un temple y decisión que marcarían su trayectoria profesional y personal. «Mi mamá decía que mi palabra favorita era “no es justo”, por lo que siempre tuve muy claro que quería estudiar derecho. Considero que, para poder luchar contra las injusticias, primero debemos de saber dónde estamos paradas, por lo que la carrera de Derecho, donde aprendía sobre mis derechos y obligaciones, era el camino evidente».

Su trayectoria académica profesional es admirable. Posterior a sus estudios de licenciatura y maestría, decidió participar en los foros para la reforma electoral del 2014 presentando el trabajo final del diplomado en Género y Políticas Públicas, que realizó junto a otro grupo de estudiantes, titulado: «Propuesta de reforma al artículo 257 del Código Electoral para garantizar una igualdad sustantiva en el Congreso del Estado de Colima», que pretendía garantizar la paridad de género en el Congreso Local mediante las plurinominales. Además, es presidenta del Consejo y Parlamento Ciudadano 100 por Colima.

Actualmente funge como subdirectora general del periódico Diario de Colima.

«Patricia Olamendi se ha distinguido por pugnar por los Derechos de las Mujeres desde el derecho. Entiende que esta disciplina puede ser muy patriarcal, al grado de soslayar las necesidades de las mujeres para supeditarlas a las de los hombres».

«Otra mujer que admiro es a Ruth Bader Ginsburg, aunque no es de este país, pues los derechos humanos no deben tener una circunscripción geográfica». La maestra se define como una persona apasionada y comprometida que ha superado diversos obstáculos a lo largo de los años, como intereses misóginos en las legislaturas, malestar entre los anunciantes del periódico por el contenido a favor de mujeres y grupos de la diversidad sexual, o ataques en medios de comunicación y redes sociales por impulsar una agenda de género.

«Algunos implican tomar decisiones y riesgos que puedan comprometer la economía personal. Los demás los hemos superado como equipo a fuerza de continuar insistiendo. Existe un lugar común en el que la gente cae cuando se tratan asuntos de Derechos Humanos, que les ayuda a disfrazar sus prejuicios. Cuando escuchamos: “Colima no está preparado aún para que lo gobierne una mujer”, o “Colima no está listo para legislar a favor del matrimonio del mismo sexo”»

Si algo ha probado la lucha feminista y de la diversidad sexual, es que los Derechos Humanos no dependen de si una entidad abstracta, como un estado, está listo o no, estos se de‐
ben de reconocer y proteger a pesar de las fobias personales. Afortunadamente la reforma constitucional del 2011 en materia de Derechos Humanos ha permitido que estos derechos puedan ser ejercidos de manera más plena, aunque todavía es necesario continuar luchando contra la resistencia de quienes se beneficiaban por el statu quo».

Para la Maestra Sánchez, lo más importante que una mujer puede saber del mundo jurídico, es que existen instituciones y un marco jurídico protector al que se puede recurrir si sufrimos violencia.

«Muchas mujeres no confían en la impartición de la justicia porque esta no ha reconocido la importancia que juegan los tiempos, sobre todo en las medidas urgentes como las órdenes de protección. No obstante, es importante que hagamos uso de estas herramientas y sigamos pugnando por un mejor acceso a la justicia, en lugar de elegir no hacer nada. El patriarcado esto es lo que busca, desgastarnos y llevarnos al desánimo, pero no podemos permitirlo. Es justo por eso que debemos de insistir».

La resistencia de las y los jueces a juzgar con perspectiva de género es uno de los mayores problemas al que se enfrenta el estado en el tema jurídico, así lo asegura la abogada. Afirma que no es lo mismo resolver un asunto de manera injusta por falta de preparación en perspectiva de género que hacerlo por resistencia a aplicarla.

«Falta que los altos mandos se capaciten en perspectiva de género. Que dejen de verlo como asuntos menores, que solo competen a las mujeres, y lo vean como el acceso que tienen las mujeres a ejercer sus derechos humanos de forma plena, y en más de una ocasión, como la diferencia entre la vida y la muerte. Recordemos que en la mayoría de los feminicidios existe evidencia de que la víctima buscó la ayuda de las autoridades, y en ocasiones la falta de perspectiva de género de un ministerio público, un fiscal, o un juez, contribuyó en que a esa mujer no se le dictaran las medidas de protección adecuadas, o que no se notificara a tiempo a las partes».

Como meta personal, la maestra busca lograr que se apruebe la paridad transversal en el Congreso del Estado, para evitar que cada año, el derecho de las mujeres a ser debidamente representadas, sea una cuestión de debate.

patysanchez@live.com