Por: Aarón Andrade
La importancia de los acuerdos entre empresarios y los diferentes niveles de gobierno para reiniciar actividades
En Colima se ha conseguido hasta el momento enfrentar la pandemia contando con gran parte de la sociedad que se solidariza atendiendo a las recomendaciones de salud para evitar las infecciones de coronavirus a gran escala y manteniendo un bajo ritmo de contagios comparado con otros estados del país.
Asimismo sigue en análisis frecuente el proceso de la reactivación económica para lograr encontrar el equilibrio entre la seguridad para poder transitar en las calles bajo las nuevas normas de salud pública y la incipiente necesidad de abrir el comercio de productos y servicios.
Todo esto se ha manejado reanudando las actividades de forma progresiva, pero se necesitará de mucha disciplina para que este reinicio de actividades no implique crecer en la escalada de contagios.
El Gobernador del Estado, José Ignacio Peralta Sánchez informó que se reiniciarían las actividades de los servidores públicos en el mes de junio, sin descartar la posibilidad de que pueda postergarse dependiendo de la situación.
Señaló además que ya son más de 10 mil personas beneficiarias del Programa Emergente de Atención Alimentaria y más de 360 millones de pesos en créditos los que se están entregando para micro y pequeñas empresas.
Durante una videoconferencia con empresarios, el mandatario estatal instruyó al Secretario de Fomento Económico, Walter Oldenbourg Ochoa a dar seguimiento a los acuerdos para construir las directrices de la reactivación que incluyan las opiniones e inquietudes del sector empresarial.
Los empresarios participantes plantearon su preocupación por el diseño de la reapertura, por lo que buscan que Colima implemente acciones a la medida para atender el contexto local. Manifestaron que el reinicio de actividades de los sectores de la construcción y automotriz, bajará la presión social de la economía, pero advirtieron los riesgos de no acatar las medidas.
Por su parte el Alcalde Leoncio Morán presentó ante el Consejo Estatal para el Fomento Económico su propio plan para la recuperación económica del municipio, en el que indicó que durante el mes de de junio, se comenzarán abrir algunas áreas comerciales de manera gradual y a principios de julio esperan poder tener operando la economía ante esta nueva realidad.
A nivel nacional la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, explicó con el plan de la “Nueva Normalidad” que la apertura será gradual y por regiones a partir del mes de junio, y desde el 18 de mayo se consideraron como actividades esenciales la construcción, minería y fabricación de equipo de transporte.
Ante esto los gobiernos de Colima, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Michoacán, Durango y Jalisco se reunieron advirtiendo que el retorno a las actividades económicas dependerá más del comportamiento de la curva por los casos de coronavirus en cada una de las entidades, ajustando el plan de reactivación económica nacional pero privilegiando la salud sobre el sector económico.
Así pues la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, solicitó a los gobernadores estatales trabajar de manera uniforme en el regreso escalonado a las actividades y conforme al semáforo que dio a conocer el Consejo de Salubridad y no que cada estado tuviera un calendario propio.
Es obvio que existe una falta de organización en los diferentes niveles de gobierno en el país que debe ser atendido para poder tener un regreso a la actividad económica de manera adecuada, sabiendo de antemano que no se podrá llevar a cabo una reactivación económica completa hasta que no exista una vacuna o un tratamiento farmacológico efectivo para atender la enfermedad provocada por el virus Covid-19.
Gobierno, empresarios y sindicatos deben lograr un acuerdo real para poder fortalecer la planta productiva que genere empleos bien remunerados para el óptimo desarrollo social y el fortalecimiento del sector financiero con el que se puedan liberar recursos y que las PYMES puedan obtener financiamientos.
Son las empresas el factor más importante para lograr la recuperación económica, pero estas requieren de un sector financiero sólido que sólo se fortalece al existir una actividad en crecimiento, personas trabajando para generar ingresos y consumo de productos y servicios, generando una cadena que une los eslabones de la economía sana.
