«El precio de la grandeza es la responsabilidad» – Winston Churchill
Sergio Ursúa
Director general de Equipos de Poder

Nuestra función en cualquier empresa es cumplir las metas establecidas y cómo se llega a estas. Cada determinado periodo tenemos que asomarnos a la medición los resultados hemos tenido en cada área y muchas decisiones se toman con base en esos indicadores de éxito (o fracaso).

La parte más importante del valor de la responsabilidad tiene que ver con que es complicado aprender pero mucho más complicado de enseñar.

Etimológicamente se manifiesta como la habilidad de responder a determinada situación, además de compro- meterse u obligarnos a hacer algo. Es la misma raíz de otras palabras como «corresponder» o «esposo» y «esposa». La idea básica es responder a una obligación que se tiene que hacer.

En sus definiciones formales, es una cualidad positiva y la capacidad de actuar de manera correcta y comprometerse. Esto cuando hablamos del valor a nivel personal. A nivel laboral, es el compromiso que se adquiere por un cargo, un rol o una circunstancia específica en la empresa. No dejemos de lado la responsabilidad social, que es el compromiso que se tiene con la comunidad y que asociamos a solidaridad, valor visto en la edición anterior.

Desde que definimos nuestra escala de valores – desde que somos niños- la responsabilidad trata de marcarnos el buen rumbo, el camino correcto, pero en mu- chas ocasiones se retarda su enseñanza por la falta de disciplina y una aplicación sin consecuencias. Ejercicio mental: ¿Cuántas veces en casa, le ha dicho a su hijo o hija que la ropa sucia va «dentro» del bote y no «sobre» el bote? Responsabilidad con reglas claras y consecuencias si estas no se cumplen. Ahí está el secreto.

Ya en la vida laboral, la responsabilidad tiene que ver con 3 comportamientos claves. comprometerse con los objetivos propios y de la empresa en general. Y aquí es cuando se acentúa la importancia de que nuestra empresa tenga misión y visión bien establecidas. Es el «a dónde vamos» y «cómo lo vamos a lograr». Si no sabemos esto, ¿con qué se van a comprometer nuestros trabajadores? Es ESFORZARSE, porque una vez que se comprometen hay que lograr los compromisos establecidos. El esfuerzo es, capacitarse, buscar la mejora continua, desarrolla el trabajo en equipo (hablaremos de esto en la siguiente edición) y el esfuerzo lleva con toda seguridad al cumplimento de los objetivos. El área de recursos humanos, que es la que puede desarrollar a nuestros empleados en esto que mencionamos, debe estar preparada para atender todas estas necesidades. Es dar un poco más en todos los ámbitos que conciernen a nuestro trabajo. Es buscar ir más allá y poner ese extra que en ocasiones lo damos cuando las circunstancias en la empresa son adecuadas. En este momento toma una relevancia importante que aspectos como el clima laboral sea positivo en la empresa. ¿Cómo está el clima laboral en tu empresa? ¿Qué tan importante crees que sea el clima laboral en la productividad / ventas / producción?

¿CÓMO AUMENTAR TU SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD? 3 CONSEJOS.

Toma sus decisiones con base en lo que sabes hacer, en lo que te gusta hacer. Confía en lo que vas a lograr y en tus buenos resultados. La responsabilidad se alimenta de la confianza tienes en ti mismo. Ante una situación complicada, lejos de buscar culpables o culpas, busca soluciones, aliados, estrategias. Eso afirma tu compromiso con la empresa e impulsa a que los demás sean más responsables. Mantén siempre una mentalidad y actitud positiva. Eso se contagia, genera más actitud positiva y un mejor clima laboral.

Siempre que debamos aceptar las consecuencias de nuestras acciones, que estas sean positivas. Compromiso, esfuerzo y un extra, Más responsabilidad, más productividad.

Hasta luego.


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