Con una amplia experiencia en nutrición demuestra que una buena alimentación no es enemiga de la vida cotidiana.

Por: Fátima Garay

Desde muy pequeña a Sandra le llamaba la atención el saber cómo los nutrientes se absorben en el cuerpo humano y lo que era una buena alimentación, esta conexión la empujó a estudiar nutrición en la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA) en Colima, así como un diplomado en Nutrición Avanzada.

«Cuando me decidí por una carrera lo hice por nutrición porque ahí voy a aprender y saber de qué forma son los alimentos».

Su servicio en el área de salud fue en el ISSSTE a cargo de la nutrición de los pacientes que estaban internados. Aunado a la llegada de su título y en búsqueda de la parte estética de las personas, decidió inaugurar su consultorio.

«Yo sé que a todas las mujeres nos gusta cuidarnos, mantenernos y me fui por el lado estético. Mi pensamiento sobre la nutrición es que es la salud de tu cuerpo y el querer estar en armonía contigo misma».

Y es que para Sandra el cuerpo de las personas es su propio templo y busca la manera de ayudarlos a tenerlo saludable y en buenas condiciones para que estén en equilibrio con ellos mismos.

«Algo en lo que yo les ayudo es en que alimenten bien su cuerpo para prevenir enfermedades que puedan surgir más adelante».

En cuanto a los servicios que maneja, se centra en el área nutricional así como en la belleza física. Es por ello que nos podemos encontrar desde consultas nutricionales para pacientes hipertensos, diabéticos o sin ningún problema de salud, así como aparatología vascular como lipoláser, radiofrecuencia facial y corporal, tratamiento anticelulíticos, etc.

«Casi siempre está enfocado a las mujeres porque son las que buscan más, aunque también se atiende en hombres pero es más la parte nutricional en ellos».

La nutrióloga afirma que no existe una edad específica para cuidar el cuerpo humano así como a seguir dietas, eso sí, siempre y cuando sean personalizadas por un profesional de la salud con experiencia en nutrición.

«Recomiendan que obviamente asistan con alguien especializado que va a saber darte lo que tú buscas a partir de tu composición corporal y él o ella va a saber cómo llevarte de la mano a ese proceso que tanto deseas».

Cada día, Sandra tiene un registro de, al menos, 10 pacientes que buscan tanto aparatología como la creación de una dieta. Señala que cada dieta dura de 15 días a un mes para que cumpla el efecto deseado.

«Muchas veces los pacientes creen que una dieta es restringirte de muchísimas cosas y en realidad es complementar y saber alimentarte… Puedes comer de todo, pero obviamente con porciones y cantidades adecuadas para cada quién. Cuando son pacientes diabéticos o hipertensos si se requiere un cuidado más intensivo en ellos».

Como metas Sandra tiene muy claro que quiere crecer más como nutrióloga así como lograr hacer otros proyectos.

«Yo nunca me imaginé que terminando la escuela pudiera tener mi consultorio, pero lo pude lograr, lo pude hacer y hasta el momento continuamos creciendo como profesionista haciendo lo que me gusta».